Podríamos decir que las principales tareas de los meses de julio y agosto son: ¡disfrutar de tu cosecha y evitar que se te quemen los cultivos! (hablamos del hemisferio norte, donde en estos meses es verano y suele hacer mucho calor). De todas formas, hay algunas cosas más que hacer en el huerto en estos meses, a continuación te las contamos.
Calendario de recogida de julio
¡El huerto en julio es un festival! Las estrellas de la cosecha en verano suelen ser los tomates, pimientos, melones y sandías, pero no todo acaba ahí, podrás recoger todo esto:
Acelgas, ajo, berenjena, calabacín, cebollino, cebolla, coles de Bruselas, escarola, fresas, espinacas, guisantes, habas, hinojo, lechuga, melón, patata, perejil, pimientos, rabanitos, remolacha, tomates, romero y zanahorias.
No tengas miedo de recoger los frutos y que no sigan saliendo; cuando cosechas la planta tiene más recursos para seguir produciendo nuevos frutos; hasta un cierto límite, claro.
Ya que los tomates son los reyes del verano, te recomendamos este post sobre su cultivo, éste para entutorarlos, éste para combatir sus enfermedades y plagas, ¡y éste para hacer un riquísimo y fresco salmorejo para chuparse los dedos!
Calendario de recogida de agosto
¡Y agosto no se queda corto! Puedes recoger todo esto en tu huerto casero:
Acelgas, ajo, berenjena, calabacín, cebollino, cebolla, coles de Bruselas, escarola, fresas, escarolas, espinacas, guisantes, hinojo, judías, lechuga, melón, patata, pepino, perejil, pimientos, rabanitos, remolacha, tomates, romero y zanahorias.
Calendario de siembra de julio
En julio van disminuyendo los cultivos que son óptimos para sembrar en este mes, debido al calor. Destacamos la siembra de cebolla, escarola, judías, lechuga, perejil y rabanitos.
Calendario de siembra de agosto
En agosto la cosa va incluso a menos, en este mes básicamente se recomienda sembrar cebolla, patata, lechuga, perejil y rabanitos.
Pon especial atención a los brotes jóvenes, asegurándote de que no les falte agua.
Consejos para regar en verano
Es fundamental que las plantas no se sequen o agosten debido al calor. Dependiendo de si tu huerto es grande o pequeño, está en el suelo o en macetas o recipientes, habrá que regar de una u otra manera. Aunque, como siempre, lo importante es que hagas pruebas y ver qué es lo que va mejor en tu ubicación, ya que pueden afectar variables como la altitud, el clima, etc.
Si tu huerto es grande y está en el suelo, quizás merezca la pena hacer un único riego diario, que sea abundante para que nos aseguremos que sea profundo. Así, el suelo mantendrá la humedad durante toda la jornada, y las raíces tendrán el agua que necesitan.
Si tu huerto es reducido y está en macetas o cajas de cultivo, el riego profundo no es muy útil (porque hay muy poca profundidad en estos recipientes), por lo que es mejor hacer un riego por la mañana y otro por la tarde-noche.
El agua de riego debe ir directamente al sustrato, sin que toque hojas ni frutos, pues podrían crearse quemaduras por el efecto de los rayos de sol, que actúan como una lupa. Es fundamental no regar en las horas centrales de calor, cuando el sol está en su máximo apogeo; no solo para no quemar los cultivos, sino también para que cunda más y ahorremos agua, pues si riegas en estas horas se evaporará una mayor cantidad de agua, y eso es un desperdicio. En este post puedes encontrar más generalidades sobre el riego, sea en la época del año que sea.
Si vas a ausentarte de tu hogar, es fundamental que asegures el riego de tus cultivos, para no echar a perder el esfuerzo de todo el año. En este post hemos reunido los mejores consejos para regar en las vacaciones, yendo desde lo más básico a cómo instalar un sistema de riego por goteo automático.
Tareas de julio y agosto en el huerto
Entutorar las matas
Si tienes tomates, pimientos, habas, guisantes o judías deberás entutorar estas matas. Se trata simplemente de poner unos palos (llamados tutores, como éstos), cerca de los tallos, y asirlos con delicadeza. Estos apoyos ayudan a la planta a sostenerse pues, sin dicha ayuda, no podrían soportar el peso de los frutos. En este post tienes diferentes ideas sobre cómo entutorar tus cultivos.
Hacer pinzamientos
Al principio de un poco de cosa ir eliminando hijuelos, pero en realidad es fundamental, pues la mata no podrá permitirse fructificar todos las piezas de forma correcta si hay más ejemplares de la cuenta. Por lo tanto, hacer pinzamientos consiste en eliminar algunas ramas o frutos, los más débiles, en beneficio de los más vigorosos y sanos.
Estar pendiente de las posibles plagas
El abundante riego y la prolijidad de la cosecha son claramente un reclamo para las plagas. Por eso, en verano también tienes que estar atento a los visitantes indeseados, ya sean pulgones, minadores, orugas… En este post te enseñamos a diferenciarlos y combatirlos, y en éste, qué hacer con las orugas.
Esto es un ejemplo de cómo NO queremos que estén tus tomateras:
Apocar los cultivos
Se trata simplemente de cubrir con un poco de sustrato las “cabecillas” de los frutos de tierra que empiezan a asomar, para mejorar que puedan seguir creciendo adecuadamente bajo la tierra. Es el caso de los ajos, cebollas, zanahorias, patatas…
Abonar el suelo
Nunca está de más hacer un aporte extra de nutrientes, y tiene mucho más sentido cuando tienes tantos cultivos fructificando, la época con una mayor necesidad de elementos. Añade abonos biológicos o ecológicos a tu huerto urbano, evitando siempre que puedas los químicos, pues son menos naturales.
Eliminar hierbas adventicias
Como en todas las épocas del año, es útil ir quitando lo que suele llamarse “malas hierbas”, para que no hagan competencia a los cultivos. De todas formas, preferimos no llamarlas así, porque no son malas, solo intentan sobrevivir.
Pon acolchado (si no lo tenías ya)
El mulch o acolchado no es más que una capa aislante que protege al sustrato, ya sea del frío o del calor. En verano también es útil para evitar la virulencia de los rayos del sol en las horas más cálidas. Puedes usar restos de poda, hojas secas, paja, corteza de pino…
Conserva el excedente
Si eres afortunado y obtienes una cosecha mayor de la que puedes consumir, ¡no la desperdicies! Siempre puedes regalarla a familiares, amigos y conocidos, que estarán encantados de probar unas verduras tan naturales como las de tu huerto. Si no, puedes congelarlas (troceándolas primero y guardándolas en paquetes en el congelador, para sacarlos poco a poco), o algunas puedes secarlas o hacerlas en conserva, como es el caso de los tomates. ¡Pero tirar la cosecha, nunca! Aquí te dejamos algunas ideas para evitar el desperdicio de comida.
Pues nada, con todo esto, ¡a disfrutar de tu huerto en verano, y sobre todo de la cosecha!
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