Las espinacas son cultivadas sus hojas comestibles, grandes y de color verde muy oscuro. Se trata de un cultivo sencillo, rápido, productivo y que no suele tener enfermedades, por lo que es ideal para los que empiezan su andadura en el huerto o para los que tienen menos tiempo para dedicarle a su faceta de agricultor. En este post te damos las claves para cultivar espinacas en tu huerto casero, motivos para consumirlas y recetas para disfrutarlas, ¡sigue leyendo!
Cómo sembrar espinacas: tierra, recipiente y época de siembra
Lo que nos interesa de las espinacas son las hojas que se desarrollan por la parte aérea de la planta, comestibles. Sus raíces no son muy profundas, por lo que no necesitan ni mucha tierra ni un recipiente con mucha profundidad; es más, ¡puedes cultivarlas incluso en macetas y jardineras! Evidentemente, también son aptas para cultivar huertos de todos los tamaños y en grandes extensiones de cultivo.
Respecto al tipo de tierra, un sustrato de calidad, rico en materia orgánica y bien aireado y desmenuzado sería ideal para cultivar tus espinacas; evita los suelos arenosos.
Puedes hacer una primera siembra en semilleros para proteger las plantas del frío, o sembrar directamente en el suelo un poco más adelante. De hecho, hay dos periodos para sembrar: a finales de verano y en primavera, lo que te proporcionará espinacas durante muchos meses del año.
Las semillas de espinacas son pequeñas y, tanto en semillero como en suelo, se siembran con la técnica a voleo. Hay diferentes variedades de espinacas; como siempre, lo mejor es cultivar aquellas que son propias de tu zona y clima, pues tendrán más probabilidades de éxito.
A la hora de hacer las asociaciones, te vendrá bien saber que van bien con col y rábano. También son compatibles con apio, berenjena, borraja, escarola, guisante, haba, judía, lechuga, pimiento, puerro y tomate.
Obviamente, también puedes ir a un vivero y comprar algunos plantones de espinacas, saltándote los primeros pasos, si es que tienes prisa o poco tiempo.
Germinación, trasplante y cuidados de las espinacas
Las espinacas tardan unas dos semanas en germinar. Si usas semilleros, tendrás que trasplantarlas al lugar definitivo cuando tengas unas cuatro o cinco hojas. En suelo, te recomendamos que a los 10 o 15 de la germinación que hagas el aclareo para facilitar el crecimiento de las plantas más fuertes.
¿Y qué tipo de riego necesitan las espinacas? Uno ligero y frecuente. Por ejemplo, puedes regarlas con un vaso de agua grande cada dos días por planta. Es decir, se trata de proporcionarle en dosis reducidas y frecuentes, suficientes para mantener siempre el sustrato húmedo.
De hecho, las espinacas son más amigas del frío que del calor. Pueden soportar heladas pero no insolación o sequía. De hecho, no necesitan mucho sol y puede vivir sin recibir apenas sol directo.
Las espinacas pueden tender a abrirse y hay que evitar que las hojas toquen la tierra, por lo que puedes mantenerlas unidas con una pequeña cuerda o goma, sin apretar obviamente. Atar este tipo de cultivos es la razón por la cual tienen el cogollo blanco pues, al estar tan compactas, el sol no penetra hasta la parte central, que no hace la fotosíntesis ni produce la clorofila que da el color verde al reino vegetal.
Como en el caso de las lechugas, a los caracoles y babosas suelen gustarle las hojas tiernas de espinacas. Si te encuentras sus espinacas mordidas (actúan por la noche), puedes impedirles el paso espolvoreando ceniza o serrín alrededor, o con “trampas de cerveza”, es decir, colocando cuencos a ras de suelo a los que se sentirán muy atraídos y se olvidarán de tus espinacas.
Por suerte, las espinacas no suelen presentar plagas o enfermedades, y menos si las cultivas en un espacio pequeño. No obstante, si tienes problemas, lee esta entrada sobre bichos en tus plantas y cómo combatirlos.
Cómo y cuándo cosechar espinacas
Pasadas cinco o seis semanas ¡podrás empezar a cosechar tus hojas de espinacas! Es recomendable ir cogiendo las hojas más grandes y externas y dejando las interiores y más pequeñas, para que se sigan desarrollando. Otra opción es retirar la mata entera por el cuello de la raíz, pero para ello tendrás que esperar que esté completamente desarrollada.
Si no las cosecharas, desarrollaría el escapo floral, que es donde están las semillas. Poca gente sabe que las espinacas tienen flores macho y hembra, como los calabacines; las semillas salen solo de las flores hembra.
Aquí tienes unos consejos de almacenamiento para mantener la frescura. Si quieres congelar tu propia cosecha porque has recogido más de lo que puedes consumir, sigue estos pasos: limpiar las hojas, escaldar, escurrir, secar, cortar según el tamaño del recipiente, envasar, etiquetar (nombre y fecha) y congelar.
¿Necesitas motivos para cultivar y consumir espinacas?
Aunque sean asociadas por muchos con el hierro que aportan, este dato se trató de un error histórico, y el consumo de espinacas te hará un mayor aporte de calcio y fósforo, además de ser una es una de las verduras con mayor contenido en vitaminas y antioxidantes. Por ello, es buena para los huesos y ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares y el exceso de colesterol.
Las espinacas se pueden consumir crudas en ensaladas o zumos, o cocinadas en guisos, potajes, recetas al horno, en tortilla, etcétera. Aquí tienes algunas ideas para comer espinacas de diferentes maneras:
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- Ensalada de espinacas y fresas con vinagreta de miel y mostaza
- Batido energético de espinacas y plátano maduro, con yogurt griego y un poco de miel
- Tortilla de espinacas y champiñones
- Sopa de espinacas y lentejas
- Piadina de espinacas y jamón serrano
- Pizza de espinacas, queso de cabra y tomatitos cherry
- Guiso de garbanzos, espinacas y pimentón
- Espinacas granitadas al horno con queso azul, nueces y pimienta
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Estas son solo algunas ideas, échale imaginación y verás que, si además son las espinacas de tu huerto casero, ¡te sabrán aún mejor!
¡Todo son ventajas al cultivar espinacas!
Recuerda, las espinacas son un cultivo que no te dará muchos quebraderos de cabeza, y se pueden cultivar en espacios pequeños. Las dos épocas para empezar a sembrarlas son el final del verano y en primavera, y podrás tener tu cosecha de espinacas escalonada durante varios meses. El riego que necesitan es frecuente y ligero, y no necesitan mucha luz solar.
Además, aportan calcio y fósforo y se pueden cocinar de muchas maneras diferentes, ¡no te aburrirás de ellas!
Las espinacas son una de las verduras que detallamos en nuestro libro “15 fichas de cultivo”. Si te ha gustado este post, te animamos a echar un ojo al libro, para tener más información de los otros catorce cultivos más frecuentes, como la patata, las fresas, el tomate y la zanahoria, entre otros.