Los pimientos son una de las verduras más cultivadas y consumidas en nuestros huertos caseros. Son relativamente fáciles de cuidar y sus frutos son generosos y deliciosos. Hay muchas especies, con formas y colores diferentes. ¡Y algunos pimientos pican! Descubre en este post por qué.
Los pimientos son plantas arbustivas generalmente anuales que pertenecen al género Capsicum y a la familia de las solanáceas. Son originarios de América Central y se conocen también como guindillas, chiles, ají o ajíes. Se caracterizan por contener capsaicina, un compuesto químico que le sirve de defensa natural contra animales herbívoros, insectos e incluso hongos.
La capsaicina, responsable del picor de los pimientos
La capsaicina es un alcaloide que produce un picor o ardor denominado pungencia que afecta principalmente a las membranas mucosas de la boca y el aparato digestivo.
Estos frutos son la base principal de todo tipo de salsas picantes como tabasco, habanera, diabla, etcétera. También son muy utilizados para dar un toque picante a platos de pasta, pizzas, sopas, guisos o verduras. A las gambas al ajillo, gulas y almejas se les suele añadir una guindilla o cayena para darle un puntito de pique. Un médico ecuatoriano residente en Sevilla, conocido nuestro, afirma que el término «al ajillo» no es por cocinar con ajos pequeños sino con trocitos de ají… Ají lo dejamos 😉
La capsaicina también es usada en medicina por sus propiedades analgésicas. Está demostrado que alivia dolores producidos por lumbalgias, contusiones y neuralgias. Es un potente antioxidante y hay estudios que lo relacionan con la prevención de algunos tipos de cáncer.
Hay que tener en cuenta que algunos ejemplares pican tanto que pueden producir, entre otros síntomas, nauseas, vómitos, ardores, sudor frío y molestias estomacales.
En estos casos, se pueden aliviar tomando azúcar, aceite, leche entera o masticando pan. No es recomendable tomar agua como hacen la mayoría de las personas ya que no disuelve bien la capsaicina.
Escala de Scoville para medir el picante de los alimentos
Wilbur Scoville fue un químico y farmacólogo estadounidense que en el año 1912 desarrolló un método para medir el picante de los alimentos, también denominado pungencia como hemos dicho anteriormente. Las unidades se miden en SHU (Scoville Heat Units) que es reconocida a nivel mundial como la mejor herramienta para medir el grado de pique de un alimento.
Para que os hagáis una idea, os ponemos algunos ejemplos de pimientos que podemos encontrar con facilidad en fruterías y supermercados:
– Pimiento de Padrón: 2.500/5.000 unidades.
– Pimienta roja, cayena, guindilla o chile tabasco: 30.000/50.000 unidades.
– Chile habanero naranja: 100.000/300.000 unidades.
– Chile habanero rojo: 350.000/600.000.
Hay ejemplares que pueden llegar a contener entre 2.500.000 y 3.000.000 de SHU, ¡un verdadero infierno en la boca!
En España, uno de los más famosos son los pimientos de Padrón, que como reza el dicho «unos pican y otros no», o mejor dicho, unos tienen capsaicina y otros no ;). Si quieres animarte a cultivarlos, hazte con sus semillas.
Y, ¿cómo sabemos si pican los pimientos? Por ejemplo, se supone que los pimientos de Padrón más picantes son los más picudos y más mates pero en general… ¡hasta que no te los metes en la boca no lo puedes saber a ciencia cierta!
Y recuerda, según el calendario de siembra (en España), los pimientos se siembran generalmente en primavera (a partir de marzo) para comerlos en verano.
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