Mi vecino Pepe tiene en su casa un jazmín con una fragancia fuera de lo común. No es ninguno de los que podemos encontrar con facilidad: morisco, de olor, real, sevillano, etc. Es sencillamente… distinto, singular.
Decidido a tener uno como el suyo, le pedí que me dejara acodarlo, que es una técnica para conseguir una ejemplar de iguales características.
Y es que hay veces que, por diversos motivos, nos gusta una planta y quisiéramos tener otra igual. En el capítulo 6 de nuestro libro, en la parte de reproducción asexual, explicamos varias maneras de hacerlo, y en este post nos centramos en el “acodo”.
Cómo acodar (reproducción asexual)
Siguiendo con la historia del jazmín espectacular, a mediados de octubre fui a casa de mi vecino, cogí una de las múltiples ramas que salían de la base del tallo y, al ser flexible por estar aún verde (no lignificada), la doblé haciendo una V (es decir, un acodo). Luego, raspé un poco con las uñas en el doblez y la enterré en una maceta pequeña que coloqué dentro de la maceta grande, sujetándola con una horquilla para que no se saliera. Corté la parte final de la rama (la que había enterrado) a unos 20 centímetros de largo, regué el jazmín (el recipiente grande y el pequeño) y, después de tomar una tapita con mi amigo, me fui a mi casa, ya que lo único que quedaba por hacer era esperar.
A finales de enero, cuando fui a casa de Pepe, no sólo había crecido la rama que había cortado sino que además habían brotado varias ramitas nuevas. Corté la rama procedente del tallo que la mantenía unida a la “planta madre” y así obtuve un nuevo jazmín ya enraizado idéntico en follaje, floración y fragancia que podré disfrutar la próxima primavera.
A está técnica sencilla de realizar, súper eficaz y nada costosa se la denomina acodo. Hay otro tipo de acodo que se hace en una rama que no está en contacto con la tierra que es el acodo aéreo, pero este tema lo trataremos en otro post.
Espero que os haya sabido explicar de una manera comprensible un método para conseguir plantas que no podáis encontrar en viveros (las fotos ayudan). Y si no, ¡siempre puedes comprar tu propia planta de jazmín!
En este post puedes ver otras formas de reproducir tus plantas sin semillas, vegetativamente, y en este otro cómo enraizar esquejes.
¡Pepe, muchas gracias por dejarme «clonar» tu jazmín!
Entradas relacionadas
– Reproducción asexual de plantas (sin semillas)
– La utilidad del clavel chino o tagete en tu huerto
Muy bueno iremos ha prendiendo.
¡Gracias Encarnación!