¿Sabes cómo y por qué se mueven las plantas?

Termonastia tulipán

Tendemos a pensar en las plantas como seres vivos pero estáticos. Sin embargo, ¡las plantas se mueven, a pesar de estar ancladas a la tierra! Sí, realizan una serie de movimientos para, principalmente, regularizar su crecimiento. Una serie de hormonas reaccionan ante distintos factores lumínicos, ambientales o mecánicos produciendo diferentes tipos de movimientos. ¿Quieres saber cuáles son? ¡Sigue leyendo!

Heliotropismo

Es el movimiento que realizan una serie de plantas para orientar sus flores o inflorescencias en dirección a la luz solar.

El ejemplo más conocido de heliotropismo lo tenemos en el girasol (Helianthus annuus), que va girando su inflorescencia durante el día siguiendo el movimiento solar, es decir, de este a oeste. Durante la noche, invierte el sentido rotando de oeste a este para que, de nuevo al amanecer, sus flores estén mirando hacia la salida del sol. Por cierto, ¿sabías que los días nublados los girasoles se “miran” entre ellos?

Heliotropismo girasol

Fototropismo

Todas las plantas necesitan luz para desarrollarse, y por este motivo, tienden a crecer en dirección a un estímulo luminoso. Si pones una maceta cerca de la ventana puedes comprobarlo: verás que la planta tiende a inclinarse hacia la fuente de luz. Por eso, es importante que, siempre que podamos, giremos las plantas para que no reciban la luz por el mismo lado; es decir, la misma estrategia que hacemos nosotros en la playa: estar un ratito bocarriba y otro bocabajo.

Cuando la luz es escasa, el tallo crece y crece volviéndose delgado y débil, lo que comúnmente se denomina ahilamiento.

Geotropismo

Es una reacción de las distintas partes de las plantas ante la fuerza de la gravedad. Es decir, hay órganos de las plantas como las raíces que generalmente crecen a favor de la gravedad (geotropismo positivo), mientras que los tallos en su mayoría crecen en contra (geotropismo negativo). ¿Lo habías pensado alguna vez? Las plantas saben qué partes tienen que ir hacia arriba y cuáles hacia abajo gracias a la gravedad, ¡qué sabia es la naturaleza!

Nictinastia

¿Te has fijado que hay algunas flores que no están todo el tiempo abiertas? ¿Sabías que algunas flores tienen “horario de apertura” y “horario de cierre”, como las tiendas?

Este fenómeno se llama nictinastia, y son los movimientos de algunas flores y hojas que se cierran por la noche para volver a abrirse durante el día, o viceversa.  

Por ejemplo, las flores de los nenúfares (Nymphaea alba) se abren al amanecer, permanecen abiertas durante el día y se cierran al anochecer. Por el contrario, las del don diego de noche (Mirabilis jalapa) se abren al atardecer para dejar su agradable aroma por la noche, y permanecen plegadas durante el día.

Nictinastia
La flor de este cactus se abre de día y se cierra de noche

Hidronastia

Aparte de hacia el sol, las plantas también pueden desplazarse hacia el agua. La hidronastia es la capacidad de algunos vegetales para crecer en dirección hacia el agua o aprovechar la humedad ambiental para reproducirse.

Los helechos comunes (Pteridium aquilinum), ante la presencia del agua o la humedad, abren sus esporangios para liberar sus esporas y reproducirse.

Tigmonastias

¿Y si la planta se siente amenazada? También algunas pueden moverse en este caso. La tigmonastia es la respuesta inmediata y temporal de algunas plantas para recoger sus hojas o flores ante un estimulo externo, por ejemplo el impacto de una gota de lluvia, la presencia de un insecto o el roce de una mano.

La mimosa o sensitiva (Mimosa pudica) pliega sus hojas al instante con solo rozarlas. Lo hace como método de defensa.

Tigmonastias mimosas

Termonastia

Es la propiedad de algunas especies que reaccionan ante una temperatura elevada o un golpe de calor cerrando sus flores para no sufrir quemaduras ni deshidratarse, por ejemplo los tulipanes (Tulipa spp.). ¡Ojalá tuviéramos algo así los humanos en verano!

Nutación

Son movimientos causados por un crecimiento irregular de algunos tallos más finos, llamados zarcillos, generalmente de las plantas trepadoras buscando un sostén o apoyo para seguir desarrollándose. Los guisantes (Pisum sativum) o la flor de la pasión (Passiflora caerulea) son dos ejemplos de trepadoras con zarcillos: desarrollan estos pequeños filamentos que se enroscan en tutores, vallas o elementos similares para aportarle sostén a la planta. Por el contrario, los tomates, por ejemplo, no disponen de zarcillos, y es por eso que tenemos que atarlos nosotros a los tutores para  que la planta aguante el peso de los tomates.

¡Y tú que pensabas que las plantas no se movían! Mira a tu alrededor y busca todos estos movimientos, ¡te sorprenderás!

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