Muchas personas, cuando le regalan una orquídea piensan: “¡a ver cómo lo hago para que no se me muera!” Es cierto que las orquídeas pueden ser algo más delicadas que otras plantas con flores, pero basta con tener los conocimientos adecuados sobre cómo cuidarla, y de eso va este post.
No es una planta propia del huerto casero pero como nos han llegado peticiones sobre este tema, a continuación os damos las recomendaciones más comunes para cuidar de las orquídeas.
La mayoría de las orquídeas que nos regalan o adquirimos pertenecen al género Phanaelopsis. Son plantas epífitas, es decir, que viven sobre otras plantas, pero no se alimentan de ellas como las parásitas. Aunque no son difíciles de cuidar, es conveniente conocer sus necesidades para su correcto desarrollo.
Consejos básicos para el cuidado de las orquídeas:
Recipiente
A ser posible, te recomendamos que el recipiente donde tengas tu orquídea sea transparente (algo así) para poder ver las raíces, ya que éstas serán uno de los indicadores de la salud de la planta: cuanto más constreñidas estén las raíces, mejor será la floración. Además, el recipiente debe tener amplios agujeros en la base para un conseguir un buen drenaje y que no se encharque el sustrato. Puede ser de metacrilato, plástico o cristal.
Sustrato
Al vivir sobre otras plantas o distintos materiales, te aconsejamos componer un sustrato a base de corteza de pino o abeto, esfagno (especie de musgo), fibra de coco (aquí tienes un post dedicado a la fibra de coco) y todo material orgánico que se te ocurra: cáscaras de nueces, almendras, pistachos, etcétera. Nosotros añadimos un poco de estiércol seco como abono natural.
Luz
Estas plantas necesitan mucha luz, sobre todo en la época de la floración, por lo que tendrás que colocarlas cerca de un ventanal, pero siempre evitando que les dé el sol directamente, es decir, protegiéndolas con visillos o cortinas poco tupidas.
Agua
Hay que regar dependiendo de la época del año, el tipo de orquídea y el estado de la planta; no es lo mismo si está en reposo vegetativo o en plena floración. Como norma general se puede decir que hay que regar las orquídeas cada quince días en invierno y dos veces por semana en verano. Nosotros recomendamos sumergir el recipiente en agua hasta un dedo por debajo del borde del mismo durante cinco minutos.
Nota.- Si las raíces permanecen verdes es que están bien hidratadas, si se tornan blanquecinas es síntoma de falta de riego.
Temperatura y humedad
Al ser plantas de origen tropical, es muy importante crear condiciones de temperatura y humedad similares a las de su hábitat natural. La temperatura idónea oscila entre los 6 y los 25 grados.
Respecto a la humedad, ésta debe ser siempre superior al 50%, el rango ideal es entre el 60% y el 80% (siempre hablamos de generalidades).
Para ayudar a conseguir estas condiciones, podemos hacer dos cosas:
1. Colocar en la base de un recipiente bolitas de arcilla expandida, greda volcánica o incluso áridos, cubrirlos con agua y encima colocar la maceta de forma que las raíces no estén en contacto con el agua pero absorban la humedad.
2. Rociar las hojas, nunca las flores, con un pulverizador en función de la temperatura y humedad ambientes. En época de mucho calor, incluso hacerlo dos veces al día.
Nota.- el aire de la estancia debe renovarse a diario, siempre evitando que la planta esté expuesta a corrientes de aire.
¿Está muerta mi orquídea?
Es muy común pensar que, cuando las orquídeas están en reposo vegetativo (es decir, después de haber echado flores y de que estas se hayan posteriormente caído) están muertas, pero no es así. Las orquídeas suelen florecer una vez al año, por lo que es normal que varios meses estén sin flores y con apariencia moribunda, pero siguen vivas (a menos que dejes de cuidarla o que tenga alguna enfermedad, claro). Algunas, puede florecer más de una vez anualmente si siente las condiciones adecuadas.
Siendo así, aunque te parezcan “solo un tallo”, es conveniente que sigas con los cuidados de tu orquídea para que vuelva a florecer. En caso de que los tallos están realmente secos, puedes probar a cortar el tallo por encima del primer nudo (engrosamiento circular del tallo) con unas tijeras de podar con una navaja bien limpia y afilada para fomentar que vuelva a crecer con más fuerza.
También es conveniente trasplantarla cada dos o tres años. Cuando las raíces salgan por encima del contenedor, dejar el sustrato que quede adherido a las raíces y rellenar con más sustrato nuevo. Aquí tienes un ejemplo de qué puedes usar para trasplantar tu orquídea: corteza de pino, fibra de coco y cáscaras de pistachos.
Curiosidades sobre las orquídeas
¿Sabías que la palabra “orquídea” viene del vocablo griego orkhis que significa “testículo”, debido a la semejanza de los dos tubérculos que la forman con los mencionados órganos? ¿Cómo te quedas?
Muchas de las orquídeas son del género Phalaenopsis y comúnmente se las llama “orquídeas mariposa”, por la belleza y fragilidad de sus flores y porque, como cuando estos insectos salen de su capullo, el resultado es espectacular.
Existen aproximadamente 30.000 especies de orquídeas, entre epífitas y terrestes, y el 90% son epífitas.
Con todo lo dicho, esperamos que tu orquídea viva mucho tiempo y te regale unas flores preciosas.
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