El mito de “No tengo mano para las plantas” y cómo cuidar lo que compras en un vivero

flores en vivero

¿Cuántas veces has oído la frase “No tengo mano para las plantas”? ¡O quizás eres tú quien la suele decir! En este post te vamos a contar por qué mucha gente piensa eso y qué puedes hacer para que tus adquisiciones del vivero se mantengan sanas y en un óptimo estado vegetativo.

Muchas personas piensan que se les dan mal las plantas porque, al poco  tiempo de comprarlas y tenerlas en su casa, se les marchitan e incluso se les mueren. Sin embargo, es importante saber que es normal que, al principio, los ejemplares pierdan vigor y prestancia por los motivos que vamos a exponer a continuación, pero con el tiempo y sin demasiados conocimientos, podremos conseguir que las plantas crezcan fuertes, sanas y bonitas.

El vivero es la UCI de las plantas

Nosotros siempre hemos mantenido que un vivero es una especie de UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) para las plantas. ¿Por qué? Porque en ellos, los profesionales de la jardinería y horticultura tienen en cuenta una serie de factores para que sus productos presenten un aspecto inmejorable para poder ser vendidos. Por cierto, en este post te explicamos cómo elegir los mejores ejemplares cuando vayas a comprarlas.

Por eso, al sacarlas de este ambiente en el que están ultra controladas y llevarlas a casa, puede ser que parezca que se ponen un poco mustias. ¿Te imaginas que a una persona la trasladan directamente de una UCI del hospital a su casa? No, ¿verdad? Pues eso es lo que pasa cuando adquirimos una planta en un vivero y nos la llevamos a casa. La clave está en hacer una buena transición, como te vamos a explicar en este post.

¿Qué cuidados dan a las plantas en un vivero?

Los productores de plantas tienen en cuenta una serie de factores como:

Ubicación: las distintas especies están colocadas en zonas propicias a sus necesidades, básicamente interior o exterior, y asociadas con cultivos afines.

Temperatura: en los viveros están muy atentos a controlar la temperatura, pues los diferentes tipos de plantas necesitan más o menos grados. Por eso, dentro del recinto suele haber varias zonas con temperatura variable, que se consigue creando microclimas según las necesidades.

Humedad: al igual que la temperatura, la humedad se puede modificar en función de los factores ambientales, y eso es lo que hacen según las necesidades de las plantas.

Luz: cada grupo de plantas recibe las horas de luz adecuadas para su perfecto desarrollo, para eso se crean zonas de reproducción con agrupaciones de plantas similares  necesidades.

Sustrato: es normal observar en los viveros que hay varios tipos de sustratos, cada uno adecuado para según qué tipo de planta; no es lo mismo la textura de una tierra para cactus o crasas que para las que necesitan un sustrato constantemente húmedo o incluso encharcado como el poto (Epipremnum aureum) o la cala (Zantedeschia aethiopica). Mira aquí los tipos de sustratos que recomendamos.

Riego: ni que decir tiene que las necesidades hídricas de las plantas son uno de los factores fundamentales en su desarrollo y crecimiento. Es por las raíces por donde se alimentan las plantas, por lo que el control del agua de riego es de vital importancia. En un vivero suele haber platabandas con agua en la base donde se colocan los contenedores o macetas para que la absorban por capilaridad según sus necesidades

Abonado: para que luzcan hermosas y “entren por los ojos” se abonan adecuadamente e incluso se rocían las hojas con productos abrillantadores para tenerlas siempre limpias y relucientes. Así puedes tú limpiar tus plantas en casa.

Pinzamientos, podas y tutorado: estas prácticas, realizadas por personal cualificado, hacen que las plantas presenten una forma y un aspecto atractivo para los clientes

Tratamientos fitosanitarios: la prevención, el control  y el tratamiento de plagas o enfermedades así como la eliminación de partes afectadas es una tarea que se hace a diario en los viveros.

Albahaca en vivero

¿Qué tengo que hacer cuando compro una planta en un vivero?

Quizás ahora estés pensando: “¿Y todo esto tengo que hacer para tener mis plantas en condiciones?” Por supuesto que no, basta con seguir las pautas y consejos que os damos en este blog y en nuestro libro y usar el sentido común.

Las plantas, como las personas, al cambiar de lugar necesitan un período para aclimatarse a las condiciones de su nuevo hogar.

Cuando adquieras plantas nuevas, asegúrate de tener en cuenta estos aspectos:

Ubicación: aunque parezca obvio, asegúrate que no pones una planta de interior en exterior y viceversa, pues se te puede morir en cuestión de días.

Luz: una vez ubicada dentro o fuera, ponla en el sitio de la casa o del huerto donde haya más posibilidades de que reciba las horas de luz que necesita.

Riego: pregunta cuando la compres o busca en internet cuánta agua necesita la planta,  y ten en cuenta que no tienen las mismas necesidades en verano que en invierno. Te recomendamos que leas nuestro post Especial Riego que tiene muchos más detalles al respecto. No olvides poner siempre un platito debajo de las macetas y que éstas tengan agujeros en la base para que puedan drenar el exceso de agua.

Temperatura: todos tenemos en casa zonas más frías y más calurosas; ve experimentando a cambiar la planta de sitio y observa en qué ambiente se la ve con mejor aspecto.

Trasplante: muchas veces, cuando compras una planta en el vivero o floristería viene en una maceta muy pequeña y de plástico. Si es así, puedes trasplantarla a un recipiente mayor, y si es posible de cerámica. Para ello, usa sustrato universal de calidad (como éste de Compo).

Es muy  importante que los primeros días estén pendiente de la recién llegada a casa para que, en caso de que veas algún síntoma, puedas actuar. Es decir, no es cuestión de comprar la planta, dejarla en una esquina y no volver a mirarla en una semana.

Si sigues estos consejos y la vas observando, conseguirás que se acostumbre a su nuevo hogar. Esto no se consigue de un día para otro sino poco a poco; es cuestión de paciencia y perseverancia hasta conseguir la adecuada adaptación.

Puedes empezar con el aloe vera, una planta ideal para principiantes.

Y recuerda: todo el mundo tiene mano para las plantas, solo hay que tener algunos conocimientos básicos y, sobre todo, ganas de tener plantas hermosas que alegren tu vida y la de los demás.

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