El hinojo es un todoterreno del aprovechamiento ya que se utilizan todas sus partes: bulbo, tallo, hojas y semillas. Su sabor es intenso y anisado y, aunque antes no era muy común encontrarlo en las estanterías de las verduras, cada vez está siendo más comercializado.
Como a todas las plantas aromáticas, hace siglos que se les viene atribuyendo una serie de propiedades curativas. Obviamente, los efectos de la fitoterapia son a largo plazo, pero no está demás consumir hinojo sabiendo que es rico en hierro, puede ayudar a aliviar los dolores menstruales, mejora los procesos anémicos y actúa positivamente frente a dolencias cardiovasculares.
De acuerdo, te hemos convencido pero, ¿no sabes cómo prepararlo? Tranquilo, aquí tienes varias propuestas:
– El bulbo se puede consumir crudo, principalmente en ensalada o como crudité acompañando a humus u otras salsas. O cocinado, por ejemplo ¡al horno está riquísimo!
– Con los tallos se puede hacer caldo de verdura o incluirlos en una menestra.
– Las hojas pueden formar parte de guarniciones, marinando mejor con los pescados que con la carne.
– Las semillas se pueden utilizar para hacer pan o pastelería, dándoles ese sabor anisado que lo caracteriza.
Y, como consejo especial, te dejamos esta receta, ideal para hacer una ensalada con mucha personalidad en época calurosa. Coge el bulbo del hinojo y córtalo en pequeños trozos; añade tomatitos cherry, maíz, aceitunas, tiras de zanahoria, bacalao desalado y gajos de naranja. Además de ser súper refrescante, tu paladar se quedará extasiado con esta mezcla de sabores.
El Capítulo 13 de nuestro libro está íntegramente dedicado a las plantas aromáticas, profundizando en sus propiedades medicinales y con sugerencias culinarias, ¡imprescindible!
El hinojo, ¡una planta de lo más aprovechable!
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