Cómo cultivar un limonero en maceta

Limonero

El limonero es una de las mejores opciones para tener un árbol frutal en casa. Se pude cultivar en maceta, siempre que sea suficientemente grande, y no necesita grandes cuidados ni conocimientos. En este post te damos consejos para que cubras sus necesidades de luz, agua, espacio, etcétera, ¡y acabes disfrutando de unos limones increíbles! Y en éste puedes ver las generalidades para cultivar frutales en maceta

¿Cómo quieres empezar con tu limonero en maceta?

Como poder, puedes empezar desde cero consiguiendo las semillas de un limón, secándolas y sembrándolas primero en un semillero para luego trasplantarlas a un recipiente mayor. Pero a no ser que tengas mucha experiencia, tiempo y paciencia, no es muy recomendable porque el camino será muy largo hasta que consigas ver los frutos.

Otra opción intermedia es empezar con esquejes; la planta estará ya más desarrollada, pero aun así tardarás tiempo en tener tus propios limones (de 2 a 3 años)

Lo más sencillo y práctico es hacerte con un pequeño limonero en maceta que ya esté medio crecido, obviamente. Así te ahorras tiempo y posibles inconvenientes. Es importante que lo adquieras en un establecimiento especializado, como un vivero o garden center, así podrás elegir entre varias especies, pedir consejo a los profesionales y solventar posibles dudas que tengas. O hemos encontrado esta opción para comprar un limonero en maceta online con buenas opiniones de clientes.

Recipiente para tu limonero en casa

Si compras un limonero, puede ser que esté en una maceta pequeña y tengas que trasplantarlo. Aunque los limoneros en tierra puedan alcanzar hasta los 4 o 5 metros de altura, es apto para cultivarse en maceta porque tolera muy bien la poda.

El tamaño mínimo para un limonero será una maceta de al menos 20 centímetros de diámetro, y otros 30 de profundidad. Teniendo en cuenta que cada varios años tendrás que ir cambiándolo de recipiente, esta es una medida buena para comenzar. Pero si tienes todo el espacio del mundo, también puedes empezar directamente por una maceta de 50X50 cm. Aquí puedes hacerte una idea con un macetero de 40X70.

Si es posible, te recomendamos que el contenedor sea de arcilla en vez de plástico. En cualquier caso, es muy importante que el recipiente cuente con un plato abajo para que ayude a mantener la humedad que los limoneros necesitan.

Sustrato para el limonero

Tienes varias opciones respecto al sustrato de tu limonero en maceta.

Por ejemplo, puedes comprar directamente un sustrato específico para cítricos (o frutales en general), es decir, uno rico en materia orgánica, que no se apelmace y que drene bien el agua de riego (o sea, que tenga buena aireación).

Otra opción es adquirir tierra vegetal o sustrato universal e ir aportando tú mismo elementos naturales y ecológicos que proporcionaran los nutrientes necesarios para su correcto desarrollo: cáscaras de huevos trituradas, ceniza de madera y, sobre todo, el rey de los abonos naturales: el estiércol.

Te recomendamos poner, en el fondo de la maceta, restos de arcilla, grava o pequeñas piedrecitas para facilitar el drenaje y que no se encharquen las raíces.

Temperatura y luz 

El limonero es un cultivo totalmente de exterior. Esto significa, por un lado, que no sobrevivirá en interior y, por otro, que además de estar al aire libre necesitará como mínimo 5 o 6 horas de sol al día; si tiene más, mejor que mejor.

La planta del limonero soporta temperaturas de hasta cero grados o hasta algún grado en negativo (según especies); en caso de que haya heladas tendrás que poner tu limonero en maceta al resguardo de estas temperaturas tan bajas, al menos por la noche. En el caso de que su tamaño suponga un impedimento para trasladarlo, la mejor opción para que no se hiele es protegerlo cubriéndolo con una lona o plástico. Aquí puedes ver varias propuestas de protección.

Riego para tu limonero en maceta

El limonero es un frutal que necesita un riego frecuente pero no abundante. Tienes que asegurarte de que el sustrato se mantenga húmedo, pero nunca encharcado, pues te arriesgas a que sufra asfixia radicular. Comprobar que la tierra aún está húmeda es tan sencillo como meter el dedo y, si se te queda un poco de sustrato pegado es que todavía tiene humedad; por el contrario, si el dedo sale limpio significa que es hora de regarlo.

En verano un riego razonable sería cada dos días, y en invierno una vez a la semana, pero dependerá mucho de las condiciones climáticas de la zona donde vivas, por lo que es  mejor que compruebes la humedad del sustrato como hemos comentado en el párrafo anterior. Si quieres o necesitas instalar un sistema de riego por goteo, ¡en este post te lo explicamos todo!

En cualquier caso, es mejor que lo riegues poquito varias veces a que lo riegues muchísimo de higos a brevas. El platito abajo que recomendábamos antes ayudará a que se mantenga la humedad en la planta.

¿Hay que podar un limonero mini?

Antes de que llegue el invierno deberás podar tu limonero en maceta para darle a la copa  la forma que quieras, para ello, debes dejar tres o cuatro ramas principales que sirvan de sostén a las demás (poda estructural). Además hay que eliminar las ramas secas, cruzadas o débiles, y por supuesto las enfermas (en caso de que las tenga)

También tendrás que quitar ramas sanas en caso de que estén creciendo demasiado; ten en cuenta que muchas veces es mejor que salgan pocas ramas y frutos pero sanos a que haya muchos y que no se puedan desarrollar correctamente; así te asegurarás de que tu limonero tenga las dimensiones adecuadas a su espacio.

Ten en cuenta que toda poda supone una agresión al árbol, son heridas que tienen que cicatrizar, por lo que debemos realizarla con tijeras de podar bien afiladas y haciendo cortes limpios. Dicho esto, hacemos dos consideraciones: la mejor poda es la que no se nota  y confiere al árbol un porte natural.

Floración, frutos y recolección de los limones

La flor del limonero es el azahar, como la del naranjo. Se trata de flores blancas con un olor intenso y agradable que hará que tu patio, huerto o terraza huela de maravilla, sobre todo en primavera

La mayoría de los limoneros tienen la capacidad de florecer y por tanto dar frutos varias veces al año (luneros), por lo que no es infrecuente encontramos al mismo tiempo azahar, limones verdes y otros amarillos ya maduros.

Si ves que tu limonero está sobrecargado de flores, es mejor que elimines algunas de ellas para garantizar que los limones que crezcan sean bien hermosos. En estos casos, claramente es mejor calidad que cantidad, ya que la planta quizás no sea capaz de hacer crecer a todos sus frutos.

Según la especie de tu limonero, el tamaño de tus limones será mayor o menor. Sabrás que están listos para consumir cuando se ponga de color amarillo (no tiene mucho misterio).

La recolección se realiza en cualquier época del año, siendo el invierno y la primavera las estaciones más productivas.

Azahar
La flor del limonero, el azahar

Trasplante del limonero

Se recomienda cambiar el recipiente a uno un poco mayor cada 2 o 3 años. Si no tienes suficiente espacio, al menos procura cambiar la mayor parte del sustrato. Es decir:

    • saca con cuidado el limonero de la maceta.
    • manipúlalo por el tronco, no por las raíces.
    • mantén solo la tierra del cepellón, o sea, la que está pegada a las raíces.
    • rellena con sustrato nuevo la nueva maceta, así te aseguras de aportarle nuevos nutrientes.
    • como siempre que se siembra, planta o trasplanta, termina la operación regando.

¿Tendrá enfermedades mi limonero?

Aquí te mostramos los cuidados para tu limonero en maceta.  Como cualquier planta, los limoneros también están expuestos a plagas y enfermedades. Las más comunes son cochinilla, pulgón y minadores, pero eso no significa que tu limonero vaya a infectarse. Además, estas plagas no suelen afectar a los frutos, siendo un problema más estético que sanitario. De todas formas, te recomendamos este post sobre remedios caseros, en el que hablamos de productos naturales para luchar contra las plagas.

Es más, como es mejor prevenir que curar, te recomendamos algunos remedios de carácter preventivo: riega tu limonero siempre que lo necesite, usa abono natural, pódalo tal y como recomendamos.

En caso de que tu arbolito presente algún tipo de plaga o enfermedad, debido a su tamaño, siempre se podrá solucionar de forma manual, es decir, actuaremos sobre las partes afectadas aplicando el tratamiento necesario con nuestras propias manos, que dicho sea de paso, es el método más eficaz, como por ejemplo:

  • Con jabón: hecha en un pulverizador agua y jabón de lavavajillas y rocía las hojas por el haz y el envés.
  • Con ajo: pon a hervir varios ajos, déjalos macerando 24 horas y aplica este caldo a las zonas afectadas.

El capítulo 10 de nuestro libro está dedicado exclusivamente a los remedios caseros.

Un familiar curioso del limón: ¿conoces el cumquat (o kumquat)?

El cumquat da unos pequeños frutos (de 2 a 4 centímetros, entre 10 y 20 gramos de peso), ácidos y de color anaranjado. A simple vista podría parecer una mezcla de cherry apepinado y una naranja. Sirve para tomarlo como fruta (es muy rico en vitamina C), para aromatizar infusiones, bebidas frías o calientes y como decoración de copas y cócteles.

Curiosamente, se consume entero, ¡porque la piel es comestible! De hecho, la parte de fuera es dulce y la interior es más bien entre amargo y ácido. Como su “primo” el limonero, sus frutos se recolectan casi todo el año.

¿Te suena la expresión “Naranjas de la china”? ¡Pues así se le llama también al cumquat! También se le conoce como naranjo enano o quinoto (en China se le llama Kinkan o Chuikan)

Además de por los frutos, también se cultiva como planta ornamental, ya que  éstos son muy agradables a la vista, así como su follaje.

Nosotros, en nuestro huerto, no tenemos un cumquat sino un limequat, un híbrido entre lima y cumqaut, ¡mira qué frutos más curiosos!

Limequat
El limequat es un híbrido entre lima y cumquat

Usos y propiedades del limón

El limón raramente se usa como ingrediente principal (excepto en la limonada) pero es un excelente acompañante de todo tipo de aderezos, zumos o salsas.

Para hacer una deliciosa limonada con tus propios limones, que evidentemente te sabrá a gloria, solo tienes que exprimir los limones, añadir agua fresca y un poco de azúcar; opcionalmente, también puedes añadir unas hojitas de menta para que sea más refrescante. Hay gente que toma por las mañanas, en ayunas, un vaso de agua tibia con unas gotas de limón, por su efecto depurativo y antioxidante.

Si te van los sabores ácidos, puedes mezclar zumo de limón, naranja y manzana verde, ¡a nosotros nos encanta, sobre todo en veranito!

Otra receta que nos gusta mucho y en la que es necesario el limón son los boquerones al limón (son similares a los boquerones fritos, pero se dejan macerar 10 minutos en zumo de limón, que se escurre antes de echarlos a la sartén con el aceite caliente).

¡Y hasta aquí nuestro post sobre los limoneros en maceta! Esperamos que te haya gustado y, sobre todo, te parezca útil. ¡Anímate a tener tus propios limones en casa!

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