El melón es una de las frutas estrella del verano: dulce, refrescante y perfecta para disfrutar bien fresquita. Pero lo que quizás no sabías es que también puedes cultivarlo en tu huerto casero, incluso si no dispones de un gran terreno. Con los cuidados adecuados y un poco de paciencia, tendrás la satisfacción de ver cómo crecen en tu propio huerto. En este post te contamos todo lo que necesitas saber para cultivar melones con éxito: desde la siembra hasta la cosecha, pasando por riego, cuidados y trucos prácticos.
Cómo se siembra el melón
Si siembras semillas
Para disfrutar de tus melones en verano, la siembra la tendrás que hacer en primavera.
Las semillas de melón se siembran directamente en la tierra. Como son grandes (ya lo ves cuando las apartas para no comértelas), te recomendamos plantarlas de tres en tres, con la idea de que, cuando germinen, hagas aclareo y te quedes solo con las más vigorosas.
Si quieres empezar muy pronto (finales de invierno), puedes ponerlas en semilleros de cama caliente o protegidos del frío. En este caso, tendrás que hacer el trasplante cuando la planta alcance un palmo, y cuando estés seguro que ha pasado el frío más duro.
Si cultivas plantones
También tienes la opción de ir al vivero y comprar plantones de melón. Ten en cuenta que entre una y otra mata debes dejar mínimo medio metro, o uno si tienes más espacio.
Necesidades de tierra y sol para el cultivo de melones
En cuanto a la tierra, para que el cultivo del melón prospere, el drenaje del suelo debe ser excelente. Por eso, conviene trabajar bien la tierra antes de sembrar, asegurándote de que esté suelta, aireada y libre de compactación. También es muy recomendable enriquecer el sustrato con estiércol bien descompuesto, enterrándolo a cierta profundidad para que las raíces accedan a los nutrientes desde el inicio.
Y, en cuanto al solo, el melón necesita muchas horas de luz, así que elige el rincón más soleado del huerto. Al tratarse de una planta que se desarrolla mejor en climas cálidos y secos, puedes favorecer la temperatura del suelo cubriéndolo con un acolchado que ayude a conservar el calor y la humedad.
¿Cuánto hay que regar la planta del melón?
Quizás te sorprenda saber que el melón requiere riegos más bien moderados, frecuentes pero poco abundantes; es más, incluso puede considerarse apto para secano. Esto llama mucho la atención teniendo en cuenta que, cuando te comes un melón, su contenido es prácticamente agua.
La planta de melón no debe regarse con grandes cantidades de agua, pero sí unas 4 o 5 veces por semana. O puedes instalarle un riego por goteo. Lo que es muy importante es que el agua vaya directamente al sustrato, sin tocar hojas ni tallos, porque se quemarían con el sol.
Asegúrate de que el sitio donde tengas tus meloneras tenga un buen drenaje y no te excedas con el riego para evitar la aparición de hongos, uno de los principales enemigos de esta planta.
Como es un cultivo estival, si te vas de vacaciones te recomendamos leer nuestro artículo sobre el riego casero en vacaciones, y probablemente necesites un programador de riego. Te recomendamos las siguientes marcas: Gardena, Hozelok, Hunter, Rainbird.
Pinzamientos para las meloneras
El melón es una planta rastrera de crecimiento horizontal, es decir, que se extiende por el suelo en lugar de crecer en vertical. Sus tallos pueden ocupar bastante espacio, por lo que es recomendable prever una zona amplia para su desarrollo. Una práctica muy recomendable durante el cultivo es el despunte o pinzamiento de las matas, que consiste en cortar la punta de los tallos principales cuando hayan alcanzado cierto tamaño. ¿Por qué hacerlo? Porque esto frena el crecimiento vegetativo y ayuda a que la planta concentre su energía en formar y engordar los frutos en lugar de seguir generando más ramas y hojas.
Además, al limitar la cantidad de frutos que la planta intenta sacar adelante, se mejora notablemente su calidad: melones más grandes, más dulces y mejor formados. De nada sirve tener muchas piezas si son pequeñas, insípidas o deformadas. Como en muchas otras hortalizas y frutas, en el cultivo del melón conviene priorizar la calidad frente a la cantidad. ¡Unos pocos melones sabrosos y bien desarrollados harán que el esfuerzo haya valido la pena!
Floración y cosecha de tus melones
Los melones se desarrollan a partir de las flores femeninas de la planta, que se distinguen fácilmente porque, justo debajo de la flor, presentan una pequeña hinchazón que parece ya un mini melón en formación. Esto es algo que también ocurre en otras cucurbitáceas, como el calabacín o la sandía. Las flores del melón son grandes, de un color amarillo brillante, y son una auténtica señal de que el proceso de fructificación está en marcha.
Una vez que se produce la polinización, esas flores femeninas darán lugar a los frutos, cuyo tamaño final dependerá de la variedad que estés cultivando.
Mucha gente se pregunta: ¿cómo puedo saber cuándo están listos para recogerlos? ¡Pues la propia planta te da varias pistas!
* El olor del melón se vuelve más dulce e intenso, especialmente en la base del fruto.
* Si le das unos golpecitos con los nudillos, debe sonar hueco.
* Si el fruto se desprende con facilidad del pedúnculo (el tallito que lo une a la planta), ¡es el momento! Si tienes que tirar con fuerza, aún le falta tiempo.
Con un poco de práctica, sabrás reconocer el momento justo para cosecharlos y disfrutarlos en su punto óptimo.
Curiosidades
– Existen más de 50 variedades de melón (cantalupo, piel de sapo, canario…)
– Puedes hacer germinados de melón, ¡no tires las pipas a la basura!
– El melón es diurético y contiene abundante vitaminas A y C.
– En España hay un Museo del Melón, y está ubicado en Villaconejos (Madrid), con una enorme
tradición melonera.
– Hasta el siglo XX, España era el mayor exportador mundial de melones, pero actualmente ya no ostentamos este récord.
– En lo que sí somos los mejores es en su consumo: una media de diez kilos por persona al año.
¡Si tienes espacio, cultiva tus propios melones en tu huerto casero!
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