Después del verano, es normal que tus cultivos hayan quedado agostados por el calor y que la cosecha empiece a mermar. En estos casos, es una buena idea hacer una especie de “reset” o reinicio en tu huerto casero, para ponerlo a punto de cara una nueva y entusiasmante temporada, con nuevos cultivos propios de la estación.
10 sencillos pasos para hacer la puesta a punto de tu huerto
1. Recoge la última cosecha
Es cierto que da penita, pero saber que lo haces en pro de los nuevos cultivos que están por venir resulta estimulante. Además, ¡seguro que estos últimos frutos te saben a gloria!
2. Desmonta el riego para limpiar los goteros y trabajar en la tierra sin obstáculos
Esto, obviamente, solo se aplica a los huertos que disponen de un sistema de riego. Sin las líneas de goteros podrás manipular mucho mejor el sustrato, de la manera en que te indicaremos a continuación. En este post tienes toda la información necesaria para montar un sistema de riego por goteo automático, ideal para vacaciones u otras ausencias.
3. Arranca las matas viejas, sacudiendo las raíces para aprovechar la tierra adherida
Nosotros, al menos este año, hemos decidido mantener solo las aromáticas. Evidentemente, esta decisión depende de cada uno. Si tienes alguna mata a la que le tienes especial cariño por supuesto que puedes mantenerla pero, por ejemplo, si tienes un huerto urbano de reducidas dimensiones, no tiene sentido mantener las tomateras durante todo el invierno.
Cuando saques las matas, es probable que haya mucha tierra adherida a las raíces; sacúdela para que se quede en el huerto y puedas reutilizarla.
4. Consigue estiércol de caballo, fibra de coco y mantillo para enriquecer el sustrato de tu huerto
Durante la etapa anterior, los cultivos que han estado en tu huerto casero se habrán alimentado de los nutrientes del sustrato. Por eso, para que las nuevas plantas tengan todos los minerales necesarios para desarrollarse, en importante que hagas estos tres aportes al suelo de tu huerto: estiércol de caballo, fibra de coco y mantillo.
En el capítulo 5 de nuestro libro puedes encontrar más información sobre los tipos de sustrato, y aquí puedes leer un fragmento gratuito de las 25 primeras paginas.
5. Necesitarás un picoazada o una azada, un escarificador y una paleta trasplantadora
Estas herramientas (azada, escarificador y pala) son necesarias, primero para descompactar los materiales, y segundo para esparcirlos. Una vez más, este punto también dependerá de las dimensiones de tu huerto.
Si lo que tienes es un macetohuerto, o un huerto de dimensiones reducidas, podrás apañarte con una cuchara como paleta, un tenedor como rastrillo y un cuchillo como azada, ¡reciclando y reutilizando materiales!
6. Aparta la tierra hacia un lado y añade la fibra de coco
La capa más profunda será la de la fibra de coco, un material que ayuda especialmente a la retención de agua. En este post te damos más detalles sobre las características y ventajas de la fibra de coco.
7. Añade el estiércol de caballo
Este material, que por si no lo sabes no es para nada maloliente (y no es ironía), es uno de los mejores abonos del mercado (sobre todo en relación calidad/precio) para hacer que tus futuras cosechas crezcan fuertes y sanas. Añade el estiércol de caballo encima de la fibra de coco, aportará calor y nutrientes.
8. Añade el mantillo
Encima del estiércol de caballo, la última capa será la de mantillo, que ayuda principalmente a mejorar la textura y estructura del suelo y al aporte de nuevos nutrientes.
9. Allana la superficie
Una vez que tengas todos estos aportes hechos, tendrás que aplanar la superficie de tu huerto para que se quede lisa y uniforme, evitando que unas zonas estén más elevadas que otras.
10. Vuelve a colocar el sistema de riego
Recuerda que, en el paso 2, indicábamos que había que limpiar los goteros; así evitarás que se produzcan obstrucciones en el agua de riego.
Siguiendo estos sencillos pasos, ¡tu huerto estará listo para la próxima plantación!
Lo siguiente, si es que no lo has hecho ya, es decidir qué especies quieres plantar en esta nueva temporada. Para ello, te puede ser de utilidad este post con consejos sobre cómo elegir las plantas más sanas cuando vayas al vivero.
¡Ya lo tienes todo para ponerte manos a la obra!
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